Soy maestra y a veces, cantante. Para ellos es algo mágico escuchar cantar a su profe. La misma que de vez en cuando les pega una voz poniendo caras muy serias. Esa que todos los días les da un montón de explicaciones. Así que, cuando les canto, todo lo que digo o hago está bañado de misterio y magia, y consigo despertar en algunos de mis alumnos aquello a lo que aspiramos muchos maestros: admiración, y me quieren porque me admiran.
El otro día les estaba enseñando a utilizar el rotulador para pintar sin gastarlo en una pasada y, Keila, con cinco años exclamó muy sorprendida : Profe, es que eres un artista, una artista!!!!... Eres cantante y además eres pintante,,,
El otro día les estaba enseñando a utilizar el rotulador para pintar sin gastarlo en una pasada y, Keila, con cinco años exclamó muy sorprendida : Profe, es que eres un artista, una artista!!!!... Eres cantante y además eres pintante,,,
Y yo asentí, le sonreí y le dí humildemente las gracias porque los verdaderos artistas son ellos, que pintan a diario sobre un lienzo en blanco que traen de casa, cada uno con sus colores y sus texturas y permiten que mis pinceles perfilen en ellos formas y siluetas...
Son artistas porque todo les hace ilusión, porque confían en mi, porque me piden ayuda, porque se atreven a pedirme ir al servicio a las nueve cero cinco de la mañana o al volver del recreo.
¡Eso sí que es tener arte! Venir al cole a escuchar monsergas, indicaciones, normas, a guardar silencio, respetar el turno de palabra...y hacerlo con la gracia que ellos tienen...
¡Eso sí que es tener arte! Venir al cole a escuchar monsergas, indicaciones, normas, a guardar silencio, respetar el turno de palabra...y hacerlo con la gracia que ellos tienen...