domingo, 6 de enero de 2013

Bonita de verdad

Diriges tu mirada hacia el punto en el que percibes mi voz y me sonríes: "¡Qué bonita estás hoy, María!...." Y yo te devuelvo la sonrisa callando y sabiendo que no la puedes ver. Te respondo con voz lastimera: "¡Sí, claro! Lo dices porque no me ves los ojos hinchados, ni las ojeras, ni el grano que me ha salido en la barbilla, ni el pelo alborotado..." Entonces, tú te haces el ofendido y te defiendes. "Es que te recuerdo...y además, te veo con los ojos del corazón".
Y suena tremendamente cursi, pero a mi me hace recordar el modo en el que me recuerdas, el modo en el que tu corazón me retiene, retina invisible e indivisible. Pienso entonces en aquellos años en los que me mirabas sin buscar mi voz, en los que me veías bonita de verdad sin necesidad de tirar de recuerdos, de intuiciones y predicciones. Pienso en el sonido de la llave en la cerradura de la puerta anunciando tu llegada. Pienso en mis gestos medidos para que me vieras bonita de verdad, incluso durante aquellos meses en los que, después del parto, yo no era yo, o mejor, era dos veces yo.
Sin embargo, hoy es uno de esos días en los que tu cara se oscurece con esa mueca de dolor a la que ni tú ni yo nos acostumbraremos nunca. Lo lamentas. Lamentas no ver mi cara, ni la cara de tu hija, ni el paso de los años en nuestra piel, ni el espejo de la entrada, ni el cuadro que compramos en aquella feria de Atocha, ni las plantas que cuido en nuestra terraza, ni los bailes de Lucía, ni el color de la ropa que estrenas, ni el blanco de las sábanas, ni el azul verde del mar, ni las cortinas estampadas del salón, ni las lágrimas que a veces te escondo... ni lo bonita que me recuerdas.
¡Hay tanta belleza en el mundo por ver! Pero en este breve instante de recuerdos, tú sólo lamentas no poder ver lo bonita que estoy hoy, precisamente hoy, que tengo los ojos hinchados, ojeras, un feo grano en la barbilla y estoy tan despeinada... 

1 comentario:

  1. ...Sin pecado concebida.Siempre me llegas. Te conozco. Sé o intuyo lo que vas a decir y me sorprendes.

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