De cómo decidí explicar a mis alumnos y alumnas la norma ortográfica que dice que los números se escriben con v. En el País de los Números todo está muy limpio y ordenado. De todos es sabido que son muy organizados. Forma parte de su naturaleza. Cada cosa en su lugar y en su justa medida. Los números se suman, restan, multiplican o dividen con exacta precisión. Las líneas de los polígonos, ya sean abiertos o cerrados, comienzan y terminan en el cardinal exacto, ni un milímetro más, ni un centímetro menos. Los ordinales se corresponden sin ningún margen de error, lo mismo en un bloque de pisos que en una carrera de caballos. Incluso los romanos, que ya van peinando canas, se agrupan y emparejan con lógica aplastante. Muy distinto es el País de las Letras. Ellas cambian a menudo de traje o de peinado. Todo allí es sorprendente. La letra a es arial, helvética, times o courier según mejor le convenga. Las haches, uves y pes se visten de cursiva para ocasione...
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